Por Juan Yesnik
Especial para RevistaOhlala.com
Hombres que frecuentan prostitutas y otras ofertas sexuales. Mujeres promiscuas, sin filtro. Sexo virtual sin límites. Son algunas de las conductas frecuentes en quienes no pueden dejar de pensar en sexo. En las calles, en internet, en departamentos y sótanos, hay todo un mercado a disposición de estos insaciables, que no terminan pasándola nada bien.
Están los que mueren por la comida, la bebida, el juego, el tabaco, las drogas. También están los que no pueden vivir sin sexo. La ninfomanía es eso: el deseo sexual extremo, incontrolable, que llega a alterar la vida diaria de quien la padece. Hablamos de "padecer", porque la hipersexualidad -así como la obesidad, el alcoholismo y demás adicciones-, termina siendo disfuncional y displacentera.
Tiger Woods se internó dos meses e invirtió más de 50.000 dólares en una de las mejores clínicas especializadas. Después de confesar sus reiteradas infidelidades y otras placeres, el astro del golf tuvo que cumplir con la rehabilitación que exige el sexo, cuando, por insaciable, el hombre pasa del cielo al peor de los infiernos.
Cuando un acto placentero se exacerba y se convierte en compulsivo deja de satisfacer el verdadero deseo. La compulsión desata la culpa y se cree que el impulso ya no podrá ser controlado. Lo que en principio era goce terminan en angustia y depresión.
¿Qué significa tener un comportamiento sexual compulsivo?. Se cree que el adicto al sexo puede tener alguno de los siguientes comportamientos en forma reiterada y sostenida: Cómo reconocer a un adicto al sexo | Revista OHLALÁ!
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